LA CASA DE NEPAL
Bienvenidos a La Casa de Nepal: una amorosa “embajada” del país de los Himalayas, un lugar abierto a quienes quieran relajarse, desconectar, divertirse y aprender.
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Nepal es uno de los países más amigables del mundo, una tierra donde la simplicidad, la honestidad y la alegría de su gente se reflejan en la sonrisa sincera y en el brillo limpio de su mirada.
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​Nepal es también la tierra donde nació Buda, o "el que está despierto". Buda se iluminó y nos dejó un mensaje de paz, compasión y tolerancia. Su huella profunda aún permanece viva entre nosotros.
Se dice que las siglas de Nepal responden al significado en inglés, Never Ending Peace and Love:
"El país donde el amor y la paz son infinitos". Es uno de esos lugares que te hacen sentir bien desde el primer momento. Por eso siempre decimos "al menos una vez en la vida tienes que ir a Nepal".
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Ubicada en un bello paraje de montaña, La Casa de Nepal surge del deseo de un grupo de personas de compartir las experiencias y aprendizajes vividos en este bello país.
LA CASA
La casa está construida en pizarra, madera y barro, materiales autóctonos y representativos de la arquitectura tradicional de los llamados pueblos negros de la Sierra Norte de Guadalajara.
Diseñada como una edificación familiar de dos plantas, es una casa acogedora cuyo alojamiento garantiza la comodidad de los visitantes. Dispone de habitaciones individuales, comunes y una sala donde tienen lugar las actividades de grupo.
EL ENTORNO
La Casa de Nepal está ubicada en Campillo de Ranas, dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara y a tan solo 105 km de Madrid. Se trata de un entorno natural poco conocido pero lleno de lugares mágicos, donde la Naturaleza se expresa sin límites (¡hasta los ciervos vienen a saludarnos por las mañanas!), de belleza sin igual y que seguramente no te deje indiferente.
La singular Campillo de Ranas es una bonita localidad con rincones que merece la pena explorar. Se encuentra próxima a las faldas del Ocejón y a los dos hayedos más meridionales de Europa: Montejo de la Sierra y la Tejera Negra.
El silencio, la pureza del aire (dulce en primavera y verano, tonificante en otoño e invierno) y los bellos parajes surcados por arroyos y senderos son idóneos para favorecer la inspiración y la asimilación de las actividades realizadas durante la estancia.